0G es una tecnología de red de comunicación de bajo consumo y de larga distancia que se utiliza para conectar dispositivos a Internet de las Cosas (IoT). Fue fundada en Francia en 2010 y se ha expandido a nivel mundial con presencia en más de 70 países.
La tecnología 0G utiliza una red de antenas que están conectadas a la nube para transmitir datos de dispositivos IoT. Los dispositivos que utilizan la tecnología 0G pueden enviar pequeñas cantidades de datos a la nube, como sensores de temperatura, humedad o presencia. Esto permite la monitorización remota de dispositivos y procesos en tiempo real.
Una de las principales ventajas de la tecnología 0G es su bajo consumo de energía, lo que significa que los dispositivos pueden tener una vida útil prolongada con una sola batería. Además, su tecnología de transmisión de larga distancia permite que los dispositivos se comuniquen con la nube a través de una gran distancia, incluso en áreas remotas.
Sin embargo, la tecnología 0G también tiene algunas limitaciones. Su capacidad de transmisión de datos es limitada en comparación con otras tecnologías de redes IoT, lo que significa que no es adecuada para aplicaciones que requieren una gran cantidad de datos.